En Summa Fide contamos con un equipo especializado en derecho penal, defendiendo a empresas, directivos y particulares frente a acusaciones relacionadas con delitos económicos y financieros. Nuestro despacho ofrece una asistencia legal rigurosa, estratégica y adaptada a la complejidad de este tipo de procedimientos.
El derecho penal abarca los delitos vinculados a la actividad empresarial, financiera y societaria. En Summa Fide asesoramos y defendemos en casos de delitos fiscales, estafas, blanqueo de capitales, insolvencias punibles, corrupción en los negocios y delitos societarios.
Nuestra experiencia nos permite anticiparnos a los riesgos y diseñar estrategias de defensa eficaces, tanto en la fase de instrucción como en el juicio oral. Además, ofrecemos un asesoramiento preventivo a empresas para reducir la exposición a responsabilidades penales.
Actuamos en todo el ámbito nacional e internacional, ofreciendo soluciones a medida en procedimientos complejos y de alto impacto reputacional.
Defensa en delitos fiscales y tributarios.
Estafas, apropiaciones indebidas y administración desleal.
Blanqueo de capitales y corrupción.
Delitos societarios y contra el mercado.
Asesoría preventiva en cumplimiento normativo (compliance penal).
En Summa Fide defendemos tanto a directivos y empresarios como a particulares implicados en delitos económicos. Nuestro enfoque combina rigor jurídico y estrategia procesal para garantizar la mejor defensa posible en cada caso.
Defensa frente a acusaciones de fraude fiscal
Casos de administración desleal
Actuamos con plena dedicación tanto en defensa de directivos y empresarios como de particulares implicados en delitos financieros. Nuestra estrategia integra análisis jurídico profundo, gestión procesal eficiente y una visión preventiva para reducir riesgos y alcanzar el mejor resultado posible.
Defendemos a clientes en delitos fiscales, blanqueo de capitales, estafas, administración desleal, apropiación indebida, insolvencias punibles, corrupción en los negocios y delitos societarios.
Se considera delito fiscal cuando la cuota defraudada supera los 120.000 euros en un ejercicio tributario. Sin embargo, cantidades menores pueden dar lugar a sanciones administrativas. Es clave contar con un abogado penal que estudie el caso.
Los delitos societarios son aquellos cometidos en el seno de una empresa, como la falsedad de cuentas, la administración desleal o los acuerdos abusivos por parte de socios o administradores en perjuicio de la sociedad o de terceros.
La estafa se produce cuando se engaña a alguien para obtener un beneficio económico indebido. La apropiación indebida, en cambio, ocurre cuando alguien se queda con un bien o dinero recibido legítimamente pero que debía devolver o administrar en favor de otro.
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